Los esguinces son causados cuando una
articulación es forzada a moverse en una posición antinatural. Por ejemplo, la
"torcedura" de un tobillo ocasiona esguince en los ligamentos que se
encuentran alrededor de éste.
Los síntomas de un esguince incluyen:
·
Articular o dolor muscular
·
Hinchazón
·
Rigidez articular
·
Cambio de color de la piel, especialmente hematomas
A prioridad de la rehabilitación en este tipo de lesiones radica en controlar la
inflamación y el dolor, así como aliviar de cargas la zona afectada por
el esguince. Seguiremos para ello el protocolo RHICE:
Reposo, Hielo, Compresión y Elevación. Por lo tanto, las primeras medidas para
el tratamiento de un esguince serán:
·
Aplicar hielo, reduciendo así la inflamación
y calmando el dolor.
·
Hacer un vendaje compresivo de la zona
dañada.
·
Elevación del miembro lesionado para
favorecer el drenaje edematoso.
Para
tratar el esguince será también beneficiosa la administración de medicamentos
antiinflamatorios y analgésicos. Igualmente, es recomendable el uso de
cualquier tipo de ortesis a fin de disipar cualquier carga
sobre esa articulación dañada. Atendiendo a la graduación de la lesión, se
pueden citar medidas de respuesta ante una lesión de esguince:
Esguince grado 1
No es
necesaria inmovilización alguna, e incluso resulta prudente permitir su uso. A
partir del segundo día, se puede comenzar con ejercicios de movilización
(flexo-extensiones, movilidad articular, fortalecimiento, etcétera). Una vez
recuperados, y antes de reanudar la actividad física, conviene fijar la
articulación con un vendaje preventivo.
Esguince grado 2
El
patrón de actuación será idéntico al grado 1, con la salvedad de la protección
con férula o vendaje funcional a partir del segundo día.
Esguince grado 3
Antes
de cualquier actuación, debe ser evaluada la lesión por un especialista, en
este caso traumatológico, para discernir el alcance de la lesión y las pruebas
pertinentes a realizar. Posteriormente, y al igual que en los casos anteriores,
comenzaremos los primeros dos días con el protocolo RHICE; una vez que la
inflamación ha remitido (de dos a tres semanas), se comenzarán las labores de
rehabilitación por parte de terapeutas profesionales acompañados del uso de
férulas de descarga o vendajes funcionales.
La
ejercitación consistirá en actividades que busquen la amplitud de los
movimientos y el fortalecimiento de ligamentos. Trazar las letras del
alfabeto en el aire con el pulgar o ponerse de puntillas son ejemplos de estos
ejercicios rehabilitadores.
1. Primera fase, primeras 72
horas: REPOSO ABSOLUTO con el pie en alto.
Aplicación del vendaje que el medico crea más conveniente según grado, elevación y frío local.
2.
Segunda fase: REPOSO
RELATIVO: A partir del 4º-7º días según grado
el esguince. Se puede iniciar el apoyo progresivo con muletas, lentamente según
tolerancia al dolor, no forzar. Se puede usar tobillera con cordones u ortesis
semirigida de tobillo de venta en ortopedias. Una alternativa son los
vendajes funcionales o elásticos. Iniciar ejercicios isométricos.
3.
Tercera fase: a partir de los 15 días usar media de compresión o
tobillera, mejor con banda pronadora y eversora del antepié hasta la completa
desaparición de los síntomas. Continuar ejercicios
fortalecimiento y a partir de las 3-4 semanas ejercicios
propioceptivos. No hacer deporte hasta pasados 4-6 semanas.
Adjunto este video sobre ejercicios para la
recuperación del tobillo:
https://www.youtube.com/watch?v=HBxGs6cMMLI
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